En Playoffice creemos que compartir el cuarto entre hermanos es algo muy positivo para los niños por varias razones. La primera razón es quizá bastante obvia: porque les enseña a compartir. Aprender a compartir desde bien pequeños es fundamental para la armonía familiar. Los niños deben entender desde bien pequeños que la familia es como una pequeña “sociedad” con sus reglas, sus obligaciones y sus derechos para cada uno de los individuos que la integran. Aprender a negociar el uso del espacio común, a no molestar al otro o a ayudarle, a ceder y ser flexibles cuando haga falta, son lecciones muy necesarias para su desarrollo como personas. La segunda razón es puramente afectiva. Normalmente se genera un vínculo muy fuerte entre los hermanos que comparten habitación pues el tiempo que pasan en ella se convierte en momentos de complicidad, confidencias, y apoyo mutuo.
En las habitaciones compartidas no solo es importante una correcta distribución sino unas normas claras en el uso de ese espacio común, el espacio determina la convivencia pero la educación siempre es la clave.
Cuando se piensa en decorar y organizar el espacio para una habitación compartida
¿Qué recomendarían en el caso de una habitación que va ser utilizada por dos niños o jóvenes de edad similar y del mismo sexo?
Si son niños de edad similar y mismo sexo es importante encontrar un equilibrio entre ofrecerles a los dos más o menos las mismas comodidades y espacio, pero conseguir que cada uno pueda personalizar o hacer suyo su espacio. No deben percibir diferencias entre el mobiliario y el espacio que les ha tocado, pero sí poder hacerlos suyos.
¿Qué recomendarían en el caso de una habitación compartida por una niña y un niño?
Igual que en la pregunta anterior, la diferencia la marcarán los objetos de cada uno, sus juguetes, sus fotos, sus preferencias.
¿Qué recomendaciones generales darían en el caso de que la compartan dos personas que tenga una diferencia de edad más grande, por ejemplo un niño de 10 años y uno 15 ?
En el caso de mucha diferencia de edad hay necesidades físicas y emocionales muy distintas. Idealmente sería el momento de que dejasen de compartir pero si esto no es posible la habitación debería pasar a ser un espacio más neutro para ambos, un espacio para dormir y quizá estudiar pero no tanto para pasar tiempo en él.
¿Qué colores de pared o motivos decorativos recomendarían para decorar una habitación de forma neutra para que la compartan un niño y una niña? sin caer en el rosado o azul..?
Los colores vivos primarios como el cian, el amarillo, el rojo en los detalles o en el mobiliario sobre habitaciones blancas siempre funcionan muy bien para los niños en general.
¿Es cierto que los camarotes o literas son lo más efectivo para ahorrar espacio en los tres casos mencionados anteriormente? ¿Algo cambia en alguno de los dos casos?
Las literas son un recurso muy interesante porque ayudan a aprovechar el espacio de la habitación en vertical, que normalmente queda desaprovechado. Además, se pueden diseñar literas “cerradas" que funcionan como minihabitaciones dentro de la propia habitación, creando intimidad para cada uno de los niños dentro de un espacio común.
¿Qué tips nos pueden dar para organizar en el espacio dos camas separadas?
Cada elemento del mobiliario es clave para generar la composición de la habitación, las camas son un elemento clave por su tamaño. En el caso de niños de edad parecida una distribución en paralelo siempre funciona. En el caso de niños de edades o sexo distinto una composición en perpendicular será más adecuada para generar espacios algo separados.
He visto algunos diseños de habitaciones compartidas por un niño y una niña en las que se divide por la mitad el cuarto y en un extremo queda la decoración y los muebles de la niña y en el otro extremo los muebles del niños. ¿En qué casos es conveniente este tipo de decoración? ¿Sólo cuando el espacio de la habitación es muy grande?
El tamaño del espacio siempre marca las posibilidades de distribución, cada espacio es un caso distinto. Pero por ejemplo que la zona de estudio sea conjunta siempre es interesante.
En cuanto a los closets y muebles para guardar diferentes objetos ¿Qué opciones pueden ser útiles para los niños compartan, pero puedan organizar sus cosas con cierta independencia de las del otro? ¿Qué tan funcionales pueden ser las camas con cajones?
La correcta distribución en el almacenamiento de los objetos es clave para que haya orden en la habitación, y también para el correcto uso de todas las cosas de los niños. Los arcones o cajones muy grandes se convierten en lugares desordenados en los que nada se encuentra, los juguetes se acaban dañando y además no se usan porque nunca se encuentra nada. Somos defensores de espacios de almacenamiento más pequeños o compartimentados que inviten al orden.
En el caso de las áreas de juego o de los escritorios para estudiar ¿Qué recomendaciones u opciones hay para que sea màs prácticos para compartir?
En los cuartos compartidos no solo es importante a qué se dedica el espacio, sino qué tiempo se dedica a cada actividad. Todo se puede compartir si hay momentos claros de uso: hay un momento para el juego en el que los niños usan la zona de juego juntos, y un momento de estudio en el que comparten un escritorio y unos útiles. Si esto está claro todo funciona, lo que no funciona es si uno está jugando y el otro estudiando es un espacio pequeño, habrá fricciones seguro.
¿Los biombos o divisiones similares son una buena alternativa para el tema de la privacidad? ¿Qué otras opciones pueden haber en ese sentido?
Una vez más es un tema de educación. Hay culturas como las orientales en las que un biombo es una frontera clara de intimidad. Hay educar a los niños desde pequeños en la sensibilidad del respeto de los espacios personales de los demás. En Playoffice hemos diseñado espacios separados por tabiques móviles correderos que funcionan muy bien ya que cuando se necesita se cierran y el espacio se divide en dos habitaciones, pero cuando se requiere un gran espacio de juego se abren.